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Mostrando entradas de octubre, 2019

Universidades que aprenden

No es lo mismo enseñar que aprender Algo muy paradójico es que las universidades son instituciones dedicadas al aprendizaje de sus estudiantes… al mismo tiempo que tienen enormes dificultades para aprender como colectividad. Son sistemas llenos de paradojas y contradicciones, lo cual es parte de su riqueza pero también de sus grandes problemas. ¿Cuándo se puede decir que una universidad aprende? Hay aprendizaje organizacional cuando sus miembros tienen una experiencia que entienden como un problema y deciden indagar al respecto. El punto clave radica en que no lo hagan a título personal, sino a nombre de la colectividad. Por ejemplo, cuando en una universidad sus académicos quieren hacer mejor una labor, como la tutoría de sus estudiantes. Una indagación como ésta puede entenderse así: la estrecha relación del pensamiento con la acción para resolver una duda. Es un concepto del filósofo John Dewey. Y un problema, como la sorpresa que causa la aparición de algo diferente a

No cualquier grupo es una organización

Una organización es un grupo politizado Los colectivos de personas son mucho más que la suma de sus integrantes. Forman sistemas, con características adicionales a las de sus miembros. Y estos sistemas pueden operar bien… o no. Piense el lector en los equipos de futbol con nóminas carísimas, puro figurón, y que no terminan de dar pie con bola: buenos jugadores y malísimos equipos. ¿Qué es lo que hace que sí funcionen? Su organización. Pero… ¿qué quiere decir esto: organizarse? A veces las colectividades saben o pueden menos que sus miembros; es el caso referido de los equipos integrados por estrellas y que no dan una. En otras, muy dramáticas, los equipos parecen incapacitados para aprender lo que todos, absolutamente todos, sus integrantes saben perfectamente. Recuerde el lector cuando formó parte de una colectividad en la que todos sabían que había un elefante en medio de la sala y fingían que no pasaba nada; por ejemplo, la presencia de un jefe autoritario (y hasta psicopáti

Buenos jugadores, mal equipo

Aprenden las personas pero también las colectividades que las incluyen Todos y todas hemos tenido alguna mala experiencia con algún servicio, en una institución o en una empresa. Sin pensarlo, culpamos de la fea sorpresa a quien nos atendió. Pero quizá esa persona no tiene la culpa; es posible que lo que la incluye —su equipo de trabajo, si división o su departamento— no le permita solucionar efectivamente nuestro problema, a pesar de sus mejores intenciones. A lo que nos enfrentamos es a la pregunta siguiente: ¿aprenden los agregados de personas, como los equipos de trabajo, las divisiones, los departamentos y las organizaciones? ¿O solo aprenden sus integrantes? Lo más sensato es sostener que ocurren ambas situaciones. Pudiera ser buena idea reflexionar esto antes de lanzar una molesta acusación. En nuestro lenguaje cotidiano comúnmente decimos que tal grupo piensa bien, o que no razona, o que aprovecha sus experiencias o que no aprende. Podemos diferenciar el nivel person